Jan. 23, 2020

Recorrido Provincial: Puntarenas

Recientemente publicamos una serie de apuntes sobre la forma en que, a juicio de quien escribe, se perfilan las elecciones municipales del próximo 2 de febrero en distintas regiones del país que he tenido oportunidad de recorrer. Comenzamos nuestro recorrido en la provincia de Alajuela, y las apreciaciones compartidas motivaron una interesante reacción en distintos círculos políticos de los cantones involucrados. Ahora pasaremos a otra provincia, que he podido recorrer de forma extensiva: la de Puntarenas.

Lo primero que debe señalarse es que, al ser la provincia más grande de nuestro país, y existir tan enormes distancias entre sus cantones, las realidades son muy distintas. El ambiente político es muy distinto en el Cantón Central o en Esparza, que el que puede vivirse en Golfito o Corredores. Claramente, en una y otra región los puntarenenses son habitualmente distantes en materia electoral, pero esto podría variar ante la aparición de nuevos protagonistas en el proceso municipal, capaces de movilizar porciones importantes del electorado (como lo demostraron en la elección nacional de 2018, donde el hoy dirigente de Nueva República, Fabricio Alvarado, ganó diez de los once cantones en la primera ronda).

Veamos cada caso:

Puntarenas centro: sin duda es el cantón con más puestos elegibles en todo el país. Además de la Alcaldía, Vicealcaldías y un Concejo Municipal de 9 escaños propietarios y otros tantos suplentes, reparte 16 síndicos (en realidad 15, pues no hay candidaturas inscritas por el distrito de la Isla del Coco), 12 concejos de distrito, cuatro intendencias e igual número de concejos municipales distritales. El dominio del gobierno local lo posee el PLN, pero Puntarenas es el campo de batalla entre los seguidores del “cacicazgo” local de Carlos Ricardo Benavides y los de la disidente Franggi Nicolás, ambos diputados. Claro está, la magnitud de la trifulca tiene a su candidato Wilber Madriz en serios aprietos frente al empuje de otros partidos y al desastre del suyo propio.

De sus oponentes, Nueva República, impulsando a su aspirante Mauricio Gómez, se ha hecho fuerte en distritos alejados como Cóbano y Monteverde (donde la intendencia podría obtenerla su candidata Shirley Loría), y también en sectores de Barranca y El Roble, mientras que el PUSC intenta recobrar terreno en su antiguo feudo de Chacarita, llevando como abanderado a Randall Chavarría. También debe señalarse a Katya Berdugo Ulate, nieta del Expresidente Otilio Ulate, quien es la candidata de un partido cantonal llamado Unión de Puntarenenses Emprendedores (UPE); al antiguo cronista deportivo y luego líder religioso Jorge Matarrita, candidato por el PIN, y a Donny Mariela Calvo, candidata del PAC (que una vez más da muestras de una fatal debilidad en la carrera municipal). Otros partidos (PNG, Restauración y PRSC con Omar Obando) no parecen tener la fuerza suficiente para disputar la Alcaldía, o acaso para colarse en un Concejo Municipal que se vislumbra muy repartido.

Esparza: la tarea del actual Alcalde, Asdrúbal Calvo (PLN), en procura de renovar su mandato en la ciudad más antigua de Costa Rica, no luce tan sencilla. La aspirante de Nueva República, Magdalena Venegas, pertenece a una familia tradicional de la zona, mientras que la maquinaria local del PUSC hace su esfuerzo en torno a Christian Tercero, quien sin duda no querrá hacer honor a su apellido. Restauración procura también pellizcar algunos votos con su aspirante Nefferty Uecker, y completan las nóminas los partidos Unidos Podemos, PRSC y PASE.

Montes de Oro: el montañoso cantón donde se asienta Miramar tiene la peculiaridad de ser una de las poquísimas alcaldías que en 2016 quedaron en manos del PAC—que por entonces lucía menos débil que hoy a nivel general—. El oficialismo nomina a Luis Alberto Villalobos, mientras que su archirrival Nueva República propone a Michael Torres. Amenazan al PAC, además, el aspirante Wilber Sibaja del PLN, y su homólogo del PUSC Robert Ramírez. Ya hemos mencionado, además, que (a excepción del insólito caso de Hojancha en Guanacaste) el PAC nunca ha ganado la misma alcaldía dos veces seguidas. El pequeño cantón tiene dos nóminas más, propuestas por Restauración y el PIN.

Garabito: en la sede municipal de Jacó se sienta actualmente Tobías Murillo, quien procura la reelección bajo la bandera del PLN. Cuatro retadores intentan desbancarlo: Jonathan Arley de Nueva República, Víctor Ríos por el PUSC, Roy Castellón de Restauración (apoyado por el peculiar diputado Melvin Nuñez, oriundo del cantón y famoso por quejarse de sus escasos ingresos como diputado), y Carlos Alberto Sandí, arropado en el partido cantonal Pueblo Garabito. Las posibilidades de éxito de Murillo lucen altas en apariencia, pero dependerán en gran parte de la capacidad de Arley (o Castellón) en aglomerar el voto afín a su ideario, y de cuánta confianza logre obtener el discurso localista de Sandí. Observamos que, como parece ser ya habitual en cantones rurales y costeros, el PAC no tuvo capacidad de organizar una papeleta propia.

Parrita: Desde hace semanas la batalla por Parrita luce planteada entre dos aspirantes: el actual Alcalde, Freddy Garro del PLN, y la retadora de Nueva República, Elizabeth Segura. En el enclave costero, el trabajo del nuevo partido ha estado lejos de ser “subterráneo”, y ha planteado un desafío importante al liberacionista. Randall Masís, del PUSC, pareciera estar rezagado, al igual que el partido cantonal Restauración Parriteña (que más parece, por su nombre y bandera, una escisión del disminuido Restauración Nacional que un movimiento con identidad propia). Este último y el anémico Unidos Podemos completan la nómina.

Quepos: podríamos hacer una analogía con el caso de Sarchí en Alajuela, afirmando que es insólito que un cantón tan pequeño tenga tantos candidatos, e incluso dos partidos cantonales: Justicia Social con su candidato Boris Marchegani, y Acuerdo de Alianza Quepeña (PAAQ, que debe pronunciarse igual que “PAC”) con su candidato José Antonio Zúñiga. En la silla municipal se sienta actualmente la candidata del PUSC, Patricia Bolaños, cuyos principales obstáculos en su aspiración reeleccionista son un laborioso Yehudy Mora de Nueva República y un incómodo Jong Hwan Kim postulado por el PLN. Cinco partidos más (PNG, Unidos Podemos, Restauración, PIN y PRSC) proponen candidatos también… pero entre ellos nuevamente brilla por su ausencia el PAC.

Osa: en el largo cantón que se extiende desde Dominical hasta Drake, el amo y señor durante varios periodos ha sido el PLN, a través de Jorge Cole de León, quien procura revalidar su mandato por cuatro años más. En un territorio especialmente arisco para la política electoral, ni el PUSC ni el PAC inscribieron papeleta alguna, dejando el peso de la rivalidad en la novel agrupación Nueva República, con un laborioso José Manuel Castillo, y en el PRSC con Carlos Luis Murillo. Además del omnipresente Restauración y su candidato Porfirio Arias, completan la nómina el PNG, el PIN y el intermitente ADC.

Buenos Aires: también en el interior de la Zona Sur ha tenido hegemonía el PLN, cuyo Alcalde actual, José Rojas Méndez, busca un nuevo periodo y cuenta con una estructura política afinada por el ejercicio del gobierno local. En la localidad el PAC tampoco logró presentar papeleta propia, y su anémica estructura ha optado por aliarse al candidato del PUSC, Jesús Espinoza. Terciando en la carrera por la Alcaldía, el PRSC con Walter Granados busca fortalecerse en la cabecera del extenso cantón, mientras que el candidato de Nueva República, Orlando Moya, ha realizado una activa campaña en los poblados circunvecinos, donde recaba su apoyo. La amplitud del Concejo Municipal podría permitir que, mediante la regla del subcociente, obtengan regidores los cuatro partidos mencionados, sin descontar del todo a Restauración o a Unidos Podemos, que lucen rezagados en la búsqueda de la mayoría relativa, e incluso al Frente Amplio, que sólo inscribió papeleta de regidores.

Golfito: la lucha por la Alcaldía de Golfito es posiblemente la más abierta de toda la provincia. Los golpes judiciales sufridos por el gobierno local saliente (del PLN) han minado seriamente las posibilidades de su aspirante Jimmy Vindas, el actual Vicealcalde. El cantón es uno de los pocos lugares en los que la salida de Fabricio Alvarado para fundar Nueva República no debilitó sensiblemente a Restauración, cuyo aspirante José Calderón se perfila como gran obstáculo para Vindas, además de la posibilidad de llevar al Concejo Municipal a la abogada Jerlyn Monge y buscar un segundo escaño. Sin embargo, los fabricistas de Nueva República no se han quedado atrás, y el esfuerzo de José Omar Leal como candidato a la Alcaldía, secundado por una nómina de regidores encabezada por Gustavo Mayorga, ha ido lentamente dándole fruto y colocándolos en posición para un buen cierre (tiene un sólido apoyo en Comte y otros sectores del distrito de Pavón). Sorprende la poca presencia del PUSC con su nominado Freiner Lara, y aún más el hecho de que el PAC tenga una papeleta, aunque bien podría no tenerla dado su minúsculo impacto. Otro tanto podría decirse de las de ADC, Unidos Podemos y el PIN, aunque al menos ninguno de estos es el partido del Gobierno central.

Coto Brus: el eterno Alcalde del montañoso cantón fronterizo ha sido Rafael Ángel Murillo, el conocido “Tuca”, invariable candidato del PUSC, que cuenta con llevar nuevamente a las urnas a su usual “clientela” de San Vito y sus alrededores. Sin embargo, “Tuca” tiene feroces enemigos en la papeleta del PLN liderada por Steven Barrantes, con el beneplácito del “cacique” verdiblanco de la zona, el diputado Wagner Jiménez, quienes parecen tener su feudo en los sectores de Agua Buena y Sabalito. Como era esperable, el “gallo tapado” de la contienda es sin duda Óscar Méndez, el aspirante de Nueva República, quien fiel a la filosofía de su agrupación ha hecho un trabajo “subterráneo” en las distintas comunidades del cantón. La Municipalidad de Coto Brus tiene relativamente pocos cortejantes: sólo Restauración y Unidos Podemos, además de los ya mencionados.

Corredores: ¿alguna vez se había visto a un Alcalde en ejercicio, que contaba en teoría con una fácil reelección, viéndose obligado a andar casa por casa y procurando desesperadamente disputar cada voto en las calles y los campos? Es lo que está sucediendo a Carlos Viales, el actual jerarca, cuya candidatura bajo la bandera del PLN ha flaqueado más y más a pesar del incondicional apoyo de su hijo Gustavo, actual diputado y Secretario General de la agrupación. La causa de sus desvelos es una sola: el poderío del popular Ricardo “Chino” Li, el candidato de Nueva República (cuyo fundador Fabricio Alvarado obtuviese una apabullante victoria en el mismo territorio hace dos años). El “Chino” Li y su equipo de regidores encabezado por Jehimmy Espinoza, han montado un reto especialmente sólido a la hegemonía de Viales, y cuentan con gran apoyo en sectores como La Cuesta, Laurel y Abrojo, así como en ciertas zonas de Ciudad Neily. También se encuentra pellizcando votos el laborioso candidato Leonel Parrales, dirigente comunal del centro de Ciudad Neily, bajo la franquicia del PIN. El movimiento de Parrales, lo mismo que las papeletas de Restauración y el PRC, podrían escamotearle a Viales o a Li algunos costosos votos, mientras que al otro lado del espectro figuran el Frente Amplio y Unidos Podemos, además del PAC que sólo propuso una papeleta de regidores integrada por sus dirigentes usuales. Sin embargo, la batalla en Corredores parece ser cosa de dos, y posiblemente veamos en estos días al PLN dando la máxima prioridad a sostener el precario asiento de Viales para evitar que Li lo desbanque.

A menos de 15 días de verificarse las elecciones, así luce ante mi vista el panorama en la provincia de Puntarenas. El cuadro general nos muestra a un PLN hegemónico pero en problemas, a una Nueva República pujante en busca de ganar espacios, a un PUSC y un PRSC con presencia limitada, un PAC anémico y desdeñoso con la ruralidad, a una Restauración intentando conservar algún residuo de la sorpresiva votación previa, y unos partidos cantonales que no acaban de convencer. Sin embargo, las pocas jornadas que faltan son una eternidad en política, y un puñado de votos puede cambiarlo todo.

Robert F. Beers

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